El abolicionismo marchó a la cabeza de importantes manifestaciones celebradas el 8 de Marzo, como la de los movimientos feministas de Sevilla y Madrid, y la LOASP fue reclamada a gritos en las marchas y manifiestos de ciudades y pueblos del Estado español. La fuerza del abolicionismo aumenta cada año, lo que provoca reacciones airadas por parte de sectores transfeministas y partidarios de la regulación.

La manifestación del Movimiento Feminista de Madrid congregó a 30.000 personas y discurrió entre Cibeles y la Plaza de España bajo el lema ‘La prostitución no es un trabajo. ¡Abolición ya!’ y al grito de ‘¡Si es feminista, es abolicionista!’, ‘¡Sánchez, escucha, el feminismo está en lucha!’, ‘¡Todas somos Palestina!’ o ‘¡Aquí está el feminismo radical!’

Su completo manifiesto, que recoge amplias demandas del movimiento, dedicaba un apartado específico a la abolición. Entre sus requerimientos instaba al presidente del Gobierno a abolir la prostitución, tal y como ha prometido. Pero no mediante cualquier instrumento legal. Exigen la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional (LOASP), texto articulado producto de más de veinte años de reflexión y lucha, en el que han participado supervivientes de la prostitución y que apoyan más de 200 organizaciones del Estado.

La violencia del sistema prostitucional

Las feministas madrileñas denuncian al Estado proxeneta que se lucra con la explotación y violencia ejercida contra las mujeres en el sistema prostitucional y que “goza de la complicidad de los partidos que lo gobiernan”. Además, señalan al putero, que mantiene con su dinero el sistema prostitucional. “No queremos vivir en un país en el que 4 de cada 10 hombres ha recurrido en alguna ocasión a la violación de mujeres por precio”, censuran las feministas madrileñas, al tiempo que reclaman la reparación integral de las supervivientes por el Estado.

El texto revela la preocupación por la normalización de la violencia sexual, de la que constituyen puntales la pornografía y prostitución. “Son el núcleo duro de la cultura de la violación, ya que enseñan a normalizar la violencia sexual –actos sexuales bajo la fuerza, la coacción, el abuso de poder y el engaño–“, expresa el comunicado.

Además, el manifiesto de Madrid sintetiza otros puntos cardinales de la convocatoria de este año: el carácter internacionalista del feminismo; la denuncia del genocidio israelí contra la población palestina, sin olvidar a las mujeres afganas y a las mujeres en otros países bajo regímenes opresivos; la exigencia de políticas públicas contra la brecha laboral; la defensa de lo público: la sanidad y los servicios sociales; la exigencia de derechos sexuales y reproductivos; el fin de los feminicidios, de la explotación reproductiva y el mercado de óvulos; el posicionamiento contra el borrado de las mujeres y la idea reaccionaria del cuerpo equivocado; la apuesta por la coeducación y el reconocimiento cultural de las mujeres.

Tras el 8 de marzo, el Movimiento Feminista de Madrid afirma en su magnífico hilo de tuit que «Tras el 8 de marzo, ¡abolición ya!» y que «El movimiento feminista es la fuerza crítica que ha colocado en primera línea política la abolición de la prostitución, como un objetivo inaplazable», imparables, incansables las compañeras.

[Las fotos de la manifestación de Madrid han sido realizadas por Elena Herranz y Loreto de la Carrera]

“La agenda feminista es abolicionista”

El Movimiento Feminista de Sevilla también llevó a las calles la abolición como lema y exigió la supresión de todas las formas de explotación sexual, incluidas la prostitución y la pornografía, y demandó en su manifiesto que la LOASP se tramite de inmediato en el Congreso de los Diputados. También rechazó la mercantilización de los cuerpos de las mujeres a través de los vientres de alquiler.

Miles de mujeres marcharon tras una pancarta que rezaba: ‘Por los derechos de las mujeres ni un paso atrás’ y, al igual que las madrileñas, plantearon otras demandas pendientes del feminismo como una sanidad pública universal con perspectiva feminista, igual salario a igual trabajo o el derecho efectivo al aborto.

También en Córdoba, las compañeras del bloque abolicionista gritaron alto y claro que uno de sus objetivos es la aprobación de la LOASP, “a pesar de los delirios queer y de las zancadillas de las ‘izquierdas sentidas”. El bloque abolicionista estaba compuesto, entre otras organizaciones, por La Ciudad de las Damas, PALEM, Épica Feminista y Forum de Política Feminista, que portaban una pancarta con el mensaje “la agenda feminista es abolicionista”.

En Almería se reclamó la abolición de la prostitución en el manifiesto, que también recogía otras reivindicaciones de la agenda feminista, como la calidad de los servicios públicos, el aborto seguro, el fin de la violencia machista o la corresponsabilidad en los cuidados. La manifestación, convocada por la Plataforma de Acción Feminista, desfiló bajo el lema ‘No más violencia contra las mujeres. Ni paramos ni callamos’.

La marcha de Málaga, abolicionista también, exhibió el lema ‘Ni promesas ni excusas, las mujeres exigimos realidades’. En su manifiesto incluyó la abolición de la prostitución. En Jaén también se proclamó que ‘El feminismo es abolicionista’ y en Granada el bloque abolicionista se integró en la manifestación general.

Manifestación separada en Barcelona

En Barcelona, 17 organizaciones feministas catalanas y de ámbito estatal convocaron una concentración abolicionista independiente de la manifestación oficial, de marcada tendencia regulacionista y transgenerista. Bajo el lema ‘Som dones i diem prou’ (‘Somos mujeres y decimos basta’), más de 1.000 mujeres acudieron a Plaça Sant Jaume ante el Palau de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona para exigir un cambio de rumbo en las políticas del gobierno catalán que, señalaron las convocantes, “deben protegernos de toda la explotación y violencia que sufrimos por el hecho de ser mujeres”.

El manifiesto, leído coralmente por 10 compañeras, exigió la abolición de la prostitución y de la pornografía, además de acabar con la desigualdad económica, los vientres de alquiler y las leyes trans. La Compaña Feminista llevó a cabo una emotiva acción de condena de los feminicidios. Tras más de 2 horas en la plaza, se marchó hacia Vía Laietana para concluir frente la Conselleria de Universidades con proclamas en solidaridad con Silvia Carrasco, que ha sido objeto reciente de señalamientos y amenazas por parte del transactivismo. También se cantó a una sola voz la canción ‘Sin Miedo’.

Tensiones en Gasteiz, Burgos y La Rioja

La LOASP también protagonizó el manifiesto de las abolicionistas vascas y navarras, agrupadas en la coordinadora EHFAK. “No queremos modificaciones legislativas parciales y partidistas que no actúan para erradicar las causas y los efectos de un sistema desigual”, puntualizaron en referencia a otras leyes abolicionistas que se han anunciado.

Recordaron que la violencia contra las mujeres tiene múltiples manifestaciones e hicieron hincapié en que “ninguna de ellas puede ser convalidada bajo el paraguas del consentimiento al haber sido articulado dentro de un sistema de opresión que legitima para las mujeres la sumisión y mercantilización de nuestras vidas”. Ejemplo de ello es el alquiler de vientres que, para las feministas vascas, es “una nueva forma de trata de seres humanos, que afecta no sólo a las mujeres, sino a miles de niños y niñas en todo el mundo”.

Las abolicionistas marcharon en bloque integradas en las manifestaciones conjuntas celebradas en las capitales vascas y en Pamplona, además de en Durango (Bizkaia). La LOASP figuraba en todas las pancartas. El bloque navarro fue bastante numeroso, con unas 200 personas, y menos nutrido en los otros lugares, si bien crece año a año, lo que refuerza el abolicionismo vasco. Las abolicionistas de Gasteiz fueron hostigadas por las organizadoras de la marcha. Un cordón de seguridad trató de mantenerlas apartadas en todo momento y se vivieron situaciones de tensión. EHFAK ha hecho público un comunicado para denunciar la violencia que sufrieron y el tergiversamiento de sus principios por parte de una organización que se confiesa abiertamente regulacionista. Os animamos a adheriros a su comunicado en apoyo a las compañeras de Araba/Álava, en el siguiente enlace.

También se registraron tensiones similares en Burgos. Se convocó una manifestación que marchó bajo el lema ‘Mujer, paz y abolición’, con una asistencia de alrededor de 3.000 personas, fue bloqueada por el “transfeminismo combativo”, que formó un corro alrededor del punto donde se leía el manifiesto para corear consignas antifeministas, sexistas y pro explotación.

Las convocantes las califican de “estrategias machirulas y casi marciales de ciertos bloques que se empeñan en intentar reventar y secuestrar desde dentro nuestras legítimas manifestaciones del 8M y 25N (a pesar de solicitarles que convoquen sus propias movilizaciones)”.

En su manifiesto (que podéis leer en la página de facebook de las compañeras de Hypatia), aseguraron que “el feminismo es abolicionista” y mostraron su rotunda oposición a la pornografía y la prostitución. “No queremos vivir en un Estado proxeneta que se lucra con la explotación y violencia ejercida contra las mujeres en el sistema prostitucional. No queremos vivir en un país de puteros”.  Y creen que evitarlo pasa por que la LOASP sea Ley.

Las convocantes dieron voz y micrófono a las compañeras que representaron a las mujeres africanas y palestinas en la firme denuncia de la infame violación de derechos humanos que están sufriendo en sus contextos de origen. Su intervención fue aclamada con vítores.

Otra declaración en favor de la LOASP, la abolición de la prostitución y contra toda clase de violencias machistas figuró en el manifiesto de las feministas leonesas de Flora Tristán. La compañera Herminia Suárez Mata leyó parte del manifiesto unitario, donde con contundencia se defendieron políticas públicas contra la brecha laboral, salarial, de pensiones y cuidados. Se denunció también el borrado de las mujeres, así como la explotación reproductiva, el mercado de óvulos y la idea reaccionaria del cuerpo equivocado. Las feministas leonesas reivindicaron asimismo los derechos sexuales y reproductivos, que aún no están asegurados para todas la mujeres.

En Valladolid, la manifestación oficial, con una asistencia de unas 6.000 personas, se dividió en dos. El bloque abolicionista fue sin duda el más numeroso y compacto. A él se sumaron todas las asociaciones feministas abolicionistas y la Compaña Feminista, que contribuyó con su hieratismo y sus máscaras blancas, a dar gran impacto visual al grupo. En su manifiesto, la Plataforma Abolicionista de Valladolid revindicó el abolicionismo, el fin de la violencia contra las mujeres, empleos dignos y seguros, y el fin de las guerras.

En Segovia, el movimiento abolicionista ha crecido notablemente desde su fundación en 2022, aunque aún está dándose a conocer en la provincia. Este 8 de marzo, marchó por primera vez como bloque propio y consiguió una buena repercusión en prensa y redes sociales gracias a distintas acciones y contenidos.
Una de estas acciones fue colgar una pancarta abolicionista la madrugada del 8M en la plaza del acueducto.

En Logroño también se vivió una situación de boicot al bloque abolicionista, convocado por Feministas de La Rioja y la Asociación Kirké dentro de la manifestación de la Plataforma 8 de Marzo, formada por partidos y sindicatos.

Las componentes del bloque abolicionista desfilaron vestidas de negro y con máscaras blancas “para mostrar que no es una fiesta y, a los lados de la pancarta, marchaban dos mujeres: una vestida de ‘criada’, junto a otra mujer con un cartel que hacía referencia a la ilegalidad de los vientres de alquiler; y otra que representaba a una mujer prostituida, con una capa negra y un código de barras delante, con su correspondiente cartel de que no es un trabajo”, señalaron las convocantes.

Su manifiesto se centró en el Día de las Mujeres Trabajadoras, “en lo que sí es trabajo (reivindicando mejoras laborales y el fin de las dobles jornadas, la atención exclusiva de cuidados, crianza, etc.) y lo que no es trabajo (prostitución y vientres de alquiler). Quisimos exigir que nuestra situación en lo primero fuera lo suficiente digna para no vernos abocadas a caer en lo segundo”, recalcaron.

Leyeron su manifiesto propio una vez finalizó la lectura del oficial y se apagó la música. Al inicio de la lectura, dos o tres personas elevaron el volumen de la música de nuevo para acallarlas. La gente que escuchaba los recriminó y recularon, lo que las convocantes del bloque abolicionista consideran un éxito, al poder dar lectura completa a su manifiesto.

En Valencia, como en Madrid y Barcelona, también se convocaron dos manifestaciones. Una a favor del pueblo palestino, en contra del colonialismo y por la regulación de la prostitución, y la segunda, abolicionista, mucho más concurrida, que congregó a más de 20.000 personas bajo el lema  ‘El feminisme és abolicionista i no es rendeix’ (El feminismo es abolicionista y no se rinde’). El Front Abolicionista portó su propia pancarta, con presencia de un gran grupo de compañeras.

La Coordinadora Dones per la Igualtat de Xirivella reivindicó los derechos humanos de las mujeres y la abolición de la prostitución. También denunció el porno como violencia machista.

La asociación de mujeres Clara Campoamor de Orihuela quiso enfatizar que el feminismo es abolicionista, al tiempo que denunciaba la pornografía y los vientres de alquiler, reclamaba el fin de la brecha salarial, y la derogación de las leyes trans.

La manifestación central asturiana del 8M se convocó en La Felguera (Langreo) y en ella se constituyó un nutrido bloque abolicionista, en el que participaron, entre otras, nuestras compañeras de Les Comadres y Rapiegas. De forma previa, el domingo 3 de marzo, el bloque abolicionista convocó concentración en Gijón/Xixón, donde dio lectura a su manifiesto.

Las compañeras de Rapiegas han elaborado un video emotivo y potente, de reconocimiento de las demandas de este 8 de marzo en la manifestación asturiana; abajo os dejamos el acceso directo al video en youtube, así como los enlaces (para que los podáis compartir) en sus perfiles de twitter instagram y facebook.

Video elaborado y distribuido en redes por las compañeras «RAPIEGAS», con su permiso lo compartimos; una bonita y potente recopilación del 8 de marzo de 2024 en la manifestación asturiana.

En Cantabria, las compañeras de Cambera Feminista y de la Red Cántabra contra la Trata y la explotación sexual, conformaron un bloque abolicionista cohesionado y muy activo que proclamó que “el bloque abolicionista no se calla ni amedrenta” y que Cantabria es abolicionista”.

De forma previa, el 5 de marzo la Red Cántabra contra la Trata y la explotación sexual llevó a las calles de Santander la realidad del sistema prostitucional, con un mensaje claro: “Si te incómoda, no apartes la mirada, actúa pidiendo la aprobación de la LOASP”.

En la capital aragonesa nuevamente el abolicionismo estuvo presente en la manifestación, las compañeras de Abolicionistas Zaragoza se muestran satisfechas porque el 8 de Marzo “cada vez se oyen más voces abolicionistas”.

Las compañeras de la Plataforma de Mujeres Cáceres Abolicionista han convocado en su ciudad este 8 de marzo, una concentración, en la que se ha dado lectura a un manifiesto y textos feministas. Entre las reivindicaciones de su manifiesto se incluye la exigencia de aprobación de la LOASP (os adjuntamos el enlace del video de la lectura del manifiesto de la Plataforma de Cáceres).

La compaña feminista, un bloque de mujeres anónimas representando a mujeres asesinadas, que luchan contra la invisibilización de todo feminicidio, no sólo los oficiales y que van vestidas de blanco, con caretas del mismo color, tuvieron representación en numerosas ciudades, en los bloques y manifestaciones abolicionistas.


Esta crónica del 8 de marzo abolicionista de 2024 es incompleta y está abierta a ser completada, corregida, matizada,… con las aportaciones y comentarios que nos remitáis a nuestro correo: abolicion [@] gmail.com; si la manifestación/bloque abolicionista de tu ciudad no está aquí, mándanos tus fotos y unas líneas con la información e iremos completando esta crónica