Araba Abolizionista, organización que forma parte de la PAP, presentó el pasado lunes a las Juntas Generales –el Parlamento provincial- la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional (LOASP).

Según explicaron las abolicionistas alavesas, los grupos junteros de PNV, PSE-EE, EH Bildu, Elkarrekin-Podemos y el PP, “han recibido nuestro discurso con interés, como ha quedado reflejado por sus preguntas y reflexiones”.

A la cita acudió la activista feminista, superviviente y representante de Feministas al Congreso en la Coordinadora Abolicionista Vasca-EHFAK, Sarah Berlori, quien “realizó, a través de su testimonio, un análisis brillante y un alegato contundente a favor de la abolición y, por supuesto, de la LOASP”.

Las comparecientes (clica para ver la intervención) aprovecharon el encuentro para repartir folletos-resumen de la ley orgánica abolicionista y dejaron la puerta abierta para dialogar en el futuro con cada uno de los partidos.

Araba Abolizionista informó en su comparecencia de que la prostitución en la calle casi ha desaparecido de Vitoria-Gasteiz, mientras aumentan los clubs de alterne y se han disparado los pisos-burdel. Contabilizan 30 prostíbulos de este tipo.

DESEO Y CONSENTIMIENTO

También alertó del incremento en la captación de jóvenes para la prostitución y de la reincorporación de mujeres mayores de 40 años como consecuencia de la crisis económica.

Sarah Berlori explicó su experiencia en la prostitución de lujo y subrayó que también en ese mundo es la precariedad y la naturalización de la violencia lo que empuja a la prostitución, una actividad que destroza a las mujeres.

“Todas las relaciones dentro del sistema prostitucional son consentidas, pero no son deseadas”, precisó y dijo tener claro que “hay cosas que no han cambiado mucho a lo largo de la historia, una de ellas es que los hombres desean y nosotras consentimos. Es decir, cedemos. Consentir no es desear –subrayó-. El consentimiento se puede comprar; el deseo no y, cuando eres sometida a prácticas sexuales que no deseas, éstas resultan repugnantes, dolorosas y violentas”, concluyó.